viernes, 31 de diciembre de 2010

Lenguajes VII

Iba por una ciudad medieval
ADAM ZAGAJEWSKI

Iba por una ciudad medieval
por la tarde o al alba,
era muy joven o bastante viejo.
No llevaba ningún reloj
ni calendario, solo la terca sangre
que medía una eterna lejanía.
Podía volver a empezar
esta propia o impropia vida,
todo parecía sencillo,
las ventanas no cerraban del todo,
los destinos ajenos, entreabiertos.
En primavera o al comienzo del verano,
muros calientes,
un viento suave como la piel de una naranja,
era muy joven o bastante viejo,
podía escoger, podía vivir.

traducción de Xavier Farré
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Tomado de Adam Zagajewski, Tierra del fuego, Ed. El acantilado, Barcelona 2004

viernes, 24 de diciembre de 2010

despertares

Cardo o ceniza 
CHABUCA GRANDA

Cómo será mi piel junto a tu piel 
Cómo será mi piel junto a tu piel 
Cardo, cenizas, como será 
Si he de fundir mi espacio frente al tuyo 
Cómo será tu cuerpo al recorrerme y cómo 
Mi corazón si estoy de muerte 
Mi corazón si estoy de muerte 
Se quebrará mi voz cuando se apague 
de no poderte hablar en el oído 
Se quemará mi boca salivada 
de la sed que me queme si me besas 
de la sed que me queme si me besas 
Cómo sera el gemido y cómo el grito 
al escapar mi vida entre la tuya y cómo 
el letargo al que me entregue 
cuando adormezca el sueño entre tus sueños. 
Han de ser breves mis siestas 
Mis esperos despiertan con tus ríos 
Pero, pero cómo serán mis despertares 
Pero cómo serán mis despertares
Pero cómo serán mis despertares 
Cada vez que despierte avergonzada 
Cada vez que despierte avergonzada 
Tanto amor y avergonzada

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Letra tomada de aquí.



viernes, 10 de diciembre de 2010

berlín

"Warum denn weinen, había escrito ella, wenn man auseinandergeht, Wenn and er nächsten. Ecke schon ein Andrer steht?"

"¿Por qué llorar? ¿Por qué no? No hay nadie en la próxima esquina, nadie a quien quiera tanto... y nunca lo habrá... entonces, ¿por qué no llorar?

Sin dirección, sin fecha, sin firma."

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Una princesa en Berlín, Arthur M. G. Solmssen

Texto tomado de aquí.

de sueños

Salita para desayunar
WALTER BENJAMIN

Una tradición popular desaconseja contar sueños por la mañana, en ayunas. De hecho, quien acaba de despertarse sigue aún, en ese estado, bajo el hechizo del sueño. Pues el aseo no devuelve a la luz más que la superficie del cuerpo y sus funciones motrices visibles, mientras que en las capas más profundas, y también durante la ablución matinal, la penumbra gris del sueño sigue persistiendo, e incluso se consolida, en la soledad de la primera hora de vigilia. Quien rehúya el contacto con el día, ya sea por temor a la gente, ya sea por necesidad de recogimiento; no querrá comer y desdeñará el desayuno. De este modo evita la ruptura entre los mundos nocturno y diurno. Cautela ésta que sólo se justifica consumiendo el sueño mediante un intenso trabajo matinal, cuando no a través de la oración, ya que de otro modo provoca una confusión de los ritmos vitales. En esta disposición anímica, contar sueños resulta funesto porque el hombre, que aún es a medias cómplice del mundo onírico; lo traiciona con sus palabras y ha de atenerse a su venganza. Dicho en términos más modernos: se traiciona a sí mismo. Libre de la protección que le ofrecía la ingenuidad del sueño, queda totalmente desamparado al rozar, sin dominio alguno sobre ellas, sus propias visiones oníricas. Pues sólo desde la otra orilla, desde la claridad del día, es lícito apostrofar al sueño con el poder evocador del recuerdo. Este más allá del sueño sólo es alcanzable mediante una ablución análoga al aseo y que, no obstante, difiere totalmente de él. Pasa por el estómago. Quien está en ayunas habla del Sueño como si hablase en sueños.

en Dirección única

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Texto tomado de aquí.

Leído por primera vez en la versión polaca de Andrzej Kopacki, Ulica jednokierunkowa, Wyd. sic!, Warszawa 1997.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Kinga Dunin, Zadyma - cz. 7

Pero al fin me moví. Cuando en televisión mencionaron la muerte del padre Popieluszko*, sin pensar muy bien por que, fui con Sergio a Zoliborz*. Allí nos topamos ahí con una multitud. Nadie los había llamado ni los había organizado. Aquello era de verdad increíble- de modo totalmente independiente, a un montón de gente se le ocurrió la misma cosa. Y no se trataba de la necesidad de comprar azúcar antes del alza de precios*.

Observaba la ola de huelgas de fines de los ochenta con conmocion. No recuerdo como lo consegui, aunque se muy bien, para que- durante las reuniones de la Mesa Redonda* fui observadora en la submesa de medicina. No era nadie, no tenia manera de participar realmente, pero tenia muchas ganas de estar adentro. De sentir la atmósfera. Tenia un pase permanente, daba vueltas entre los telones, a veces miraba por la ventana. Un día vi- desde arriba, desde la ventana del palacio- una demostración más bien pequeña de la AIE*. Es importante recordar que desde arriba, desde los sitios donde se instalo el poder, verdadero o solo ritual, las marchas se ven de un modo distinto. O son pequeñas, y entonces sus lemas no se oyen tras las ventanas cerradas, o son tan grandes y peligrosas, que la única preocupación es terminar con ellas. El poder puede ceder ante el movimiento, pero no aprende nada de el- eso creo. En todo caso, entones entendí varias cosas. Ante todo, que no estoy en mi lugar, que debería estar en la calle. Aunque puede que soñara mas con la Magdalenka*. De todas formas, esos bailes rituales alrededor de la Mesa Redonda me resultaron de pronto una representación aburrida. Es muy probable que los acuerdos de la Mesa Redonda no habrían podido darse sin Magdalenka, es posible también, que sin Magdalenka no habrían sido tan malos... Empezamos con que las élites, que solo con la mejor voluntad podían pasar por representantes de la sociedad o al menos de su parte anticomunista, de todas formas resultaron ser una representación demasiado democrática. Alguien mejor y mas importante debió resolver las cosas en serio. El espectáculo que fue la Mesa Redonda se puede, entonces, valorar, solo desde el punto de vista de la estética y del poder simbólico. Y algo hizo falta en ese espectáculo.

¿Por qué durante todo ese tiempo en Krakowskie Przedmiescie* no hubo masas, multitudes? Sucedáneo de democracia directa. Dar cuenta de las decisiones tomadas. Soberanía. Presión. ¿Por qué nadie lanzó el aviso? ¿Por qué a la gente se le mandó el comunicado: “Nosotros arreglaremos todo, y ustedes quédense callados”? Estoy convencida, de que si se hubiera llamado a la manifestación, esta se hubiera dado. Pero una sociedad anticomunista hasta el fondo de los huesos, en un estado de hervor revolucionario, hubiera venido incluso sin ser llamada. Sin embargo, no vino. Y, así, la caída del comunismo la vivimos per procura, la recibimos de manos de otros.

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...continuará...
*Las dudas que hubiese intentare aclararlas en los comentarios...

viernes, 12 de noviembre de 2010

viviendo en diferido


Primer movimiento: El sueño

EXTREMODURO

No hay nada en el espejo y persigo mis reflejos

igual que en los sueños.
De andar desorientado voy cayendo en picado; es igual que un mal sueño.
La vida es roja si te vas y me derrota igual que en los sueños,
y olvido y ya no sé qué hacer, no dejo de correr, como en sueños.
Te estaba dando un beso y mis labios no eran esos, igual que un mal sueño.
La gente está que trina y la letra se me olvida; es igual que en mi sueño.
La vida es roja si te vas y me derrota igual que en los sueños,
y olvido y ya no sé qué hacer, no dejo de correr, como en sueños.
Si no te vuelvo a ver, no quiero despertar; la realidad no me abandona.
Busco un mundo mejor y escarbo en un cajón por si aparece entre mis cosas.
Buscando mi destino, viviendo en diferido, sin ser, ni oír, ni dar.
Y a cobro revertido quisiera hablar contigo, y así sintonizar.
No hay día que me levante y no haya muertos delante, es peor que un mal sueño.
Hoy han dicho en la tele que han muerto tres mujeres y que han sido ellos;
que un hombre-bomba entró en un bar dispuesto a dialogar con sus muertos;
que bombardean una ciudad y algo ha salido mal. Por supuesto.
Una bomba inteligente ha matado al presidente; pensó que era bueno.
Y dicen por la tele que han muerto más mujeres y que han sido ellos.
La vida es roja si te vas y me derrota igual que en los sueños,
y olvido y ya no sé qué hacer, no dejo de correr, como en sueños.
Si no te vuelvo a ver, no quiero despertar; la realidad no me abandona.
Busco un mundo mejor y escarbo en un cajón por si aparece entre mis cosas.

Buscando mi destino, viviendo en diferido sin ser, ni oír, ni dar.

Y a cobro revertido quisiera hablar contigo, y así sintonizar.

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Letra tomada de aquí.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Spór o doświadczenie

Discusión sobre la experiencia
JULIA HARTWIG

¿Qué quiere decir: Gran Experiencia?
¿Qué quiere decir: hay que pasar por todo?
¿Por la sed en el desierto? ¿El frío en el polo norte? ¿El canibalismo y el hambre en los restos del avión caído en la ladera de la montaña? ¿El ahogo por la falta de oxigeno?
Una gota de agua evaporándose te lo dirá en su grito.
Un grano de arena ardiente.
La roca costera siendo reventada por el mar.
Tormenta, hambre, pesado sueño y embriaguez te alcanzarán en el trozo de tierra que te está destinado. ¿Hacia dónde corres?
Y sin embargo aquello que no has experimentado hasta el final, nunca llega a ser verdaderamente tuyo.

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Julia Hartwig, nim opatrzy się zieleń, Wyd. Znak, Kraków 1995

martes, 2 de noviembre de 2010

qué pánfila

pánfilo, la.

(Del lat. Pamphĭlus, n. p., y este del gr. πάμφιλος, bondadoso).

1. adj. Cándido, bobalicón, tardo en el obrar. U. t. c. s.
2. m. desus. Juego de burla que consistía en apagar una cerilla con que querían quemar a uno, y el apagarla había de ser soplando y pronunciando a un tiempo la palabra pánfilo.

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www.rae.es

sábado, 23 de octubre de 2010

historias del cuerpo

[de La montaña mágica de Thomas Mann]

Y exaltado por este contacto, ya sobre las dos rodillas, la cabeza echada hacia atrás y los ojos cerrados, él continuó hablando:—Oh, el amor, ¿sabes…? El cuerpo, el amor, la muerte, esas tres cosas no hacen más que una. Pues el cuerpo es la enfermedad y la voluptuosidad, y es el que hace la muerte; sí, son carnales ambos, el amor y la muerte, ¡y ése es su terror y su enorme sortilegio! Pero la muerte, ¿ comprendes?, es, por una parte, una cosa de mala fama, impúdica, que hace enrojecer de vergüenza; y por otra parte es una potencia muy solemne y majestuosa (mucho más alta que la vida risueña que gana dinero y se llena la panza; mucho más venerable que el progreso que fanfarronea por los tiempos) porque es la historia y la nobleza, la piedad y lo eterno, lo sagrado, que hace que nos quitemos el sombrero y marchemos sobre la punta de los pies… De la misma manera, el cuerpo también, y el amor del cuerpo, son un asunto indecente y desagradable, y el cuerpo enrojece y palidece en la superficie por espasmo y vergüenza de sí mismo. ¡Pero también es una gran gloria adorable, imagen milagrosa de la vida orgánica, santa maravilla de la forma y la belleza, y el amor por él, por el cuerpo humano, es también un interés extremadamente humanitario y una potencia más educadora que toda la pedagogía del mundo…! ¡Oh, encantadora belleza orgánica que no se compone ni de pintura al óleo, ni de piedra, sino de materia viva y corruptible, llena del secreto febril de la vida y de la podredumbre! ¡Mira la simetría maravillosa del edificio humano, los hombros y las caderas y los senos floridos a ambos lados del pecho, y las costillas alineadas por parejas y el ombligo en el centro, en la blandura del vientre, y el sexo oscuro entre los muslos! Mira los omóplatos cómo se mueven bajo la piel sedosa de la espalda, y la columna vertebral que desciende hacia la doble lujuria fresca de las nalgas, y las grandes ramas de los vasos y de los nervios que pasan del tronco a las extremidades por las axilas, y cómo la estructura de los brazos corresponde a la de las piernas. ¡Oh, las dulces regiones de la juntura interior del codo y del tobillo, con su abundancia de delicadezas orgánicas bajo sus almohadillas de carne! ¡Qué fiesta más inmensa al acariciar esos lugares deliciosos del cuerpo humano! ¡Fiesta para morir luego sin un solo lamento! ¡Sí, Dios mío, déjame sentir el olor de la piel de tu rótula, bajo la cual la ingeniosa cápsula articular segrega su aceite resbaladizo! ¡Déjame tocar devotamente con mi boca la «Arteria femoralis» que late en el fondo del muslo y que se divide, más abajo, en las dos arterias de la tibia! ¡Déjame sentir la exhalación de tus poros y palpar tu vello, imagen humana de agua y de albúmina, destinada a la anatomía de la tumba, y déjame morir con mis labios pegados a los tuyos!


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Texto tomado de aquí - no se menciona al traductor...
Leído por vez primera en la versión polaca de Józef Kramsztyk: T. Mann, Czarodziejska góra, Warszawa, Czytelnik 1982

miércoles, 13 de octubre de 2010

Dios le habla a JB

Podría escribir o llamar a mis padres, pero siento que no lo merecen, que no me entienden ni me entenderán, pues atribuyen todos mis supuestos males a mi rebeldía ante la Iglesia católica y el Opus Dei, instituciones en las que creen a ciegas y de las que yo desconfío igualmente a ciegas. A pesar de que no doy señales de vida, mi padre, debido a que con seguridad se aburre en su despacho, me manda por correo, todas las semanas y sin que yo se lo pida, las revistas de política y actualidad que más se leen en aquella confundida ciudad de la que nunca se atrevió a partir, y yo no sé por qué insiste en mandarme esas revistas, pero lo cierto es que, aunque me avergüence, las leo con fruición, regocijándome con las intrigas políticas, los chismes del espectáculo y las fotos de los amigos que se casan y me recuerdan que ese no es el futuro que yo quiero para mí. Mamá, un tanto enloquecida por su fe desmesurada en el Opus Dei, la secta de fanáticos que la ha tomado de rehén, me despacha por correo, desde el supermercado que visita todas las mañanas después de oír misa, panfletos y folletería religiosa, boletines de los clubes del Opus Dei y hojas parroquiales de la iglesia María Reina, en las que subraya, con un remarcador amarillo, ciertas lineas de las parrafadas obtusas que ha dicho el cura el domingo y de los evangelios que han leído ante los feligreses aterrados del infierno, pobres almas que no saben que el infierno esta allí, en Lima la horrible, y no en la eternidad abrasadora con que amenazan los curas para mantener en pie el negocio del miedo con el que han lucrado impunemente a lo largo de siglos. Mama no se da por vencida, insistirá hasta el final en convertirme a su credo e inscribirme en su secta de exaltados. Yo me río cuando abro aquellos sobres amarillos y encuentro sus notas entre signos de exclamación, al pie de las palabras del cura que ella ha subrayado, diciéndome, por ejemplo: ¡EL SEÑOR TE AMA!, o de pronto, sin previo aviso: BUSCA LA LUZ, ENCUENTRA EL CAMINO, o recordándome con infinita dulzura lo que tantas veces me dijo cuando era niño: DIOS TIENE GRANDES PLANES PARA TI, ESCUCHA SU VOZ EN TU CORAZÓN Y DEJA QUE EL TE GUÍE.

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Jaime Bayly, El huaracán lleva tu nombre, Planeta 2004, p. 35-36

martes, 28 de septiembre de 2010

Z głową odwróconą



Con la cabeza volteada
JULIA HARTWIG

Cuando ya todo pase, cuando esté saciada de aquello que me alegra tanto, pues es y dura, me gustaría ser una estatua que mira al mar, sin denominación, sin nombre, erguida con la cabeza alejada de todo, de lo que aburre y molesta.
Tras la espalda tener la oscuridad, ante mí el cielo iluminado, luces en movimiento sobre el agua, sentir el calor del mediodía en el rostro de piedra.

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Julia Hartwig, nim opatrzy się zieleń, Wyd. Znak, Kraków 1995

domingo, 12 de septiembre de 2010

Lenguajes VI

A veces me llamo infancia
CARLOTA CAULFIELD

Y miré hacia atrás contenta
de estar lejos de todo
engrandeciendo los recuerdos
convertida en poeta.
Y estaba allí sola pensando
allí sola me quedaré.

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Texto tomado de aquí.

viernes, 9 de julio de 2010

contradicciones de un vocablo

albricias.
(Del ár. hisp. albúšra, y este del ár. clás. bušrà). 1. f. pl. Regalo que se da por alguna buena nueva a quien trae la primera noticia de ella. 2. f. pl. Regalo que se da o se pide con motivo de un fausto suceso.
albricias. 1. interj. U. para denotar júbilo.
ganar alguien las ~. 1. loc. verb. Ser el primero en dar alguna buena noticia al interesado en ella.

lunes, 5 de julio de 2010

Kinga Dunin, Zadyma - cz. 6

Si, en cambio Solidaridad si fue una revuelta de veras. No viaje al astillero* por casualidad. Inesperadamente me comenzó el periodo- obviemos los detalles fisiológicos y de mercado, como la imposibilidad de conseguir en toda Varsovia aunque sea un empaque de gasa. Hasta hoy me pregunto como hubiera sido mi vida si hubiese viajado. Qué estaría haciendo hoy? Donde estaría? Me habría vuelto feminista? Tendría tal vez acciones de Agora?

Mirek de todas formas consideraba que no hay que meterse a ninguna parte. „Limpiamos un poco las rieles, ahora que parta por ellas el tren de la historia” –decía. Que esta sociedad haga lo que quiera, que se organice, que llegue sola al sentido común. Hoy Mirek es un jubilado que vive a las afueras de todo. A varios como el, o parecidos, encontré en los veinticinco años de “Nueva”. Los encargados de imprenta, del transporte, dueños de locales- un montón de gente sin el que la oposición no podría haber existido. Aunque tampoco fueron tantos, dicen que en los archivos de Seguridad teníamos nuestras carpetas, en esos tiempos: tres mil. Gracias a ese suelo existían los políticos de oposición. Hoy se puede encontrar entre ellos a varios desocupados y diversos desviados, a los que se podría condecorar, dar jubilaciones especiales. Pero no eso – o no solo eso – quieren. Quisieran ser otra vez aunque sea un poco importantes, como cuando andaban envueltos en la gloria de los muchachos del mimeógrafo. Quisieran aunque sea por un momento sentirse parte de esa comunidad anterior. En las celebraciones no apareció nadie realmente importante. Michnik, el mas esperado, contesto con un fax enviado por su secretaria: el redactor esta ocupado, para los gastos del banquete envía 500 zlotys...

Durante Solidaridad me enamore de la política. Con alivio acepte la noticia de que se puede ya no dar testimonio, no existir por existir, dejar de repetir que la verdad es el arma de los débiles. En escena entraron la fuerza y el poder, ademas de los verdaderos sujetos colectivos. La sociedad revivió. Se daba un juego real entre los poderosos y Solidaridad. Se daban diversos juegos por el poder dentro de Solidaridad. Por un lado el romanticismo incesantemente animado, del otro- la táctica y la estrategia. Por fin el asunto se volvía realmente interesante, pero tenia un pequeño problema: no había allí sitio para mi. De participante de un simpático y en realidad contra cultural juego pasé de pronto a espectador. Aunque eso no era tan malo. Desde la distancia se ve mejor. Me daba asco Walesa. Me daba asco el mercadillo eclesial-nacional. Me preguntaba si podría haber sido de otro modo. Pero cuando Jan Józef Lipski* se desmayo, pues la Asamblea de Solidaridad no quería aprobar los agradecimientos al KOR, entendí que no. Me hice consciente de que, si Solidaridad vence, de nuevo seré parte de la oposición, volveré a ser parte de la minoría. A pesar de eso fui su hincha de todo corazón- a la comuna tenia que destrozarla una lucha potente, y ya se vería lo que iba a ser después. Al menos cambiaría algo.

El 11 de noviembre, un mes antes del 13 de diciembre*, caía nieve con lluvia, soplaba un viento frío, que se calaba hasta los huesos. „A donde vas?”- me pregunto mi marido de entonces. A una demostración patriótica. A la ultima demostración legal en una Polonia libre. La ultima demostración legal en mi vida. Veteranos, scouts, antorchas, marchas- tambores, cantos patrióticos- fue de verdad hermoso. Pero la señorita S. se preparaba para darse media vuelta. Perra, pensé, me harás falta. Es difícil vivir sin movimiento...

Después, cuando pegaban, ya no iba a las marchas. A veces a las misas por la patria. Al fin y al cabo soy un teórico puro, no una marchante cualquiera. Pero todas esas acciones me alegraban, así que nunca preguntaba por su sentido. Sin embargo siempre he recordado como, durante el estado de guerra*, después de apenas algunos días y de la intervención del general Kiszczak, como una de las primeras (madres- únicas sustentadoras del hogar) fui liberada del arresto. Estaba parada en la esquina de Grójecka y Niemcewicza. Por Grójecka pasaban los tanques, y la gente los miraba como si fueran tranvías. Iban apurados hacia alguna parte, hablaban de que a una tienda cercana acababan de llegar zapatos. Ahí, de donde yo había salido, se cantaba canciones religiosas y se creía que todos estaban con nosotros. No tenia llaves ni dinero, toque la puerta de los vecinos. No sabia muy bien que decir, pero no tuve que pensarlo mucho, porque de inmediato me cerraron la puerta en las narices.

Los marchantes, los de las revueltas (incluso los teoricos), aunque siempre estan solos, tambien viven siempre con la ilusion de que tras ellos hay millones. Porque la marcha es una experiencia de comunidad. Funciona como una droga.

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...continuara...

*Las dudas que hubiese intentare aclararlas en los comentarios...

la parte anterior

jueves, 1 de julio de 2010

Wszystko, za co powinniśmy być wdzięczni

Todo aquello que habríamos de agradecer
ŁUKASZ JAROSZ

La muerte escribe en mí oraciones completas. Oscura
como la piel de la gente de la eléctrica, órbita de la noche.
Recostado sobre el fino asiento veo pasar las sucesivas
estaciones y observo a una abeja que se va apagando entre
las lunas. El tren toca las tibias de las rieles, frota los alambres,
enciende chispas en la oscuridad. Recibo un mensaje de Elka: ¿Acaso
vivamos para constantemente despedir a alguien?
La separación como el morir, diario de un incesante
viaje. Después resulta que esto es lo que deberíamos
agradecer; insertos en la resina, cubiertos con el párpado.

Oigo murmullos, me paro ante la ventana. Mientras cierro los ojos
intento reconstruir en la memoria el rostro amado, que
por descuido olvidé. Las manos extendidas hacia afuera
barren el aire. Siento como si las hundiera en agua,
en un cesto de grano fresco.


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Poeci na nowy wiek, Biuro Literackie 2010

sábado, 5 de junio de 2010

Higuera


La única cosa que sabía hacer realmente bien era conseguir premios y becas académicas, pero esa etapa de mi vida se acercaba inevitablemente a su fin.

Me sentí como un caballo de carrera en un mundo sin pistas de carrera, o como un estudiante - campeón deportivo que se encontró en su primer puesto de trabajo en la vida- la bolsa de valores, traje color granate- y al que, como único recuerdo del magnífico pasado, quedó una copa dorada sobre el estante, con su nombre, apellido y la fecha tallados como sobre una lápida.

Mi vida se me presentó como una higuera con varias ramas, como en aquel cuento.

De cada rama colgaba un higo violeta y maduro, símbolo de una de las oportunidades que me esperaban en la vida. Representaban al marido, la casa, los hijos, la fama poética, una magnífica carrera como profesora, una carrera periodística, Europa, África y América del Sur, a Constantino, Sócrates, Atila, y legiones de amantes de nombres raros y extraordinarias profesiones. Uno de los higos representaba una medalla olímpica dorada en remo. En el árbol había muchos mas frutos maduros, cuyo simbolismo era incapaz de descifrar.

Me imaginaba que estoy sentada sobre ese árbol y muero de hambre, porque no puedo de modo alguno decidir qué higo tomar. Quería tenerlos todos, tomar cada uno de los higos por separado, pero arrancar uno significaba automáticamente renunciar a los demás, así que seguía sentada, hasta que los higos empezaron a arrugarse, volverse negros y uno tras otro caían a la tierra.

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Traducción de Malheli para Amaré al aire, a partir de la versión polaca de Mira Michałowska - 
Sylvia Plath
Szklany klosz (The Bell Jar) 1975, Warszawa, Czytelnik s. 122-123

miércoles, 19 de mayo de 2010

Adiós Pueblo de Ayacucho



Adiós Pueblo de Ayacucho

Adiós pueblo de Ayacucho, perlaschallay,
donde he padecido tanto, perlaschallay,
ciertas malas voluntades, perlaschallay,
hacen que yo me retire, perlaschallay.

Paqarinmi ripuchkani, perlaschallay,
mana pitaq despidispa, perlaschallay,
kausaspaycha kutimusaq, perlaschallay,
wañuqpayqa manañacha, perlaschallay.

Adiós pueblo de Ayacucho, perlaschallay,
ripuqtaña qawariway, perlaschallay,
por más lejos que me encuentre, perlaschallay,
nunca podré olvidarte, perlaschallay.

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Letra tomada de aquí.

jueves, 6 de mayo de 2010

nike która się waha

nike cuando vacila
ZBIGNIEW HERBERT

Nike más bella en el instante
en que vacila
la diestra bella como una orden
descansa en el aire
mas las alas vibran

ha pues divisado
a un joven solitario
sigue el largo surco
de un carro de combate
por un gris camino en un gris paraje
de rocas y ralos matojos de enebro

aquel joven morirá pronto
de hecho el platillo de la balanza con su destino
ya está cayendo violentamente
hacia la tierra

Nike desea
acercarse
y besarle la frente

mas teme
que él que aún no conoció
la dulzura de las caricias
al sentirla ahora
podría huir como los otros
hicieron durante la batalla
así que Nike vacila

y al final decide
quedarse en esa postura
que le enseñaron los escultores
avergonzada de aquel instante de ternura

sabe bien
que mañana al alba
encontrarán a ese muchacho
con el pecho abierto
los ojos cerrados
y el amargo óbolo de la patria
bajo su lengua entumecida
(1956)

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De "Informe desde la ciudad sitiada y otros poemas" (Editorial Hiperión, 1993)
Versión de Xaverio Ballester tomada de aquí.

sábado, 1 de mayo de 2010

Sintagma, por Paco Alcázar

(transcribo el contenido de las nubecitas del cómic. Alfonso, papá y mamá)

- Hola, mamá... ¿Qué hay de cenar?
- Ah, hola, papá..., er... ¿Por qué lleváis todos esos bates de béisbol?
- Pero Alfonso... ¿no te acuerdas? Hoy hay que ir al descampado a pegarse con los Gutiérrez porque se han puesto una cocina mejor que la nuestra...Venga, arréglate que nos vamos...
- !?Eh!? ¡No pienso participar en eso! ¿No os dais cuenta de lo vacíos que estáis? ¡La sociedad os ha convertido en unos monstruos absurdos!
- Mm... Tienes razon, hijo... Es normal que te sientas incómodo con las contradicciones del modo de vida capitalista...
- ...pero no es bueno que interiorices tu malestar, deberías desahogarte rápidamente... ¿Por qué no te vas esta noche al centro con tus amigos y os dedicáis a destruir la propiedad pública y a consumir drogas?
- Escucha a tu madre, Alfonso... y de paso podrías crear una asociación antisistema, o un grupo violento de izquierdas que os permita sociabilizar a partir de ese odio que todos compartís...
- Si, hijo, no queremos que te conviertas en un psicópata o en algún amargado solitario...
- ...Claro, y conforme se desarrolle esa primera estructura social, tú mismo pondrás en practica todos esos valores que ahora rechazas, como el orden, la ambición, el respeto a las jerarquías y al poder económico, la disciplina...
- Y más adelante, como está demostrado, toda esa experiencia puede ser una excelente pista de despegue hacia un importante puesto en la administración pública o en el sector artístico-empresarial...
- Claro, Alfonso, ¡será genial!... Mira, toma dinero y un consejo: ¡nunca permitas que tus ideales pongan en peligro tu propia calidad de vida!
-Adiós, hijo... ¡Vuelve antes de las doce y recuérdalo todo bien porque estos serán los mejores años de tu vida!
- Er... vale

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Paco Alcázar, El manual de mi mente, Reservoir Books, Barcelona 2008, p. 110-111

viernes, 30 de abril de 2010

Otro Lugar Común


La vida te lleva por caminos raros
DIEGO VASALLO

La vida te lleva
por caminos raros
por la esquina más perdida
de los mapas
por canciones
que tú nunca has cantado
la vida te lleva
por caminos raros.
La vida se acerca con
los labios pintados
te elige siempre
y te engaña con otros
y así vamos siempre
dando vueltas
la vida se acerca con
los labios pintados.
Siempre hay algún bar
que se llama Las Vegas
en alguna parte
en alguna parte
y siempre hay algún trozo
averiado del día
que no puedes borrar
pero te gustaría.
Siempre voy al bar
del aeropuerto
cuando quiero
ponerme triste
y siempre pido y nunca tienen
aquellas galletas de la suerte.
Mirando las gotas estrellarse
como golondrinas en la noche
como pequeños sueños
con el ala rota
como pequeños sueños
con el ala rota.
Dime qué hay detrás
de esas sonrisas tan tristes
un motor que no funciona
o solo corazones rotos
es mejor un cielo
acostumbrado a defraudar
que fábricas de anhelos
esparcidos por la lluvia.
Es mejor unos labios tristes
que cien aviones despegando
y es mucho mejor mi vida
si tú estás dentro.



jueves, 29 de abril de 2010

Kinga Dunin, Zadyma - cz. 5

La oposición sabia muy bien lo que quería, o más bien lo que no quería. Estaba contra la comuna. El solo hecho de existir era ya como arena lanzada dentro de los mecanismos de funcionamiento de la RPL*. Su sentido básico era la existencia, y para que exista, había que inventarle numerosas ocupaciones. Ante todo, la critica al sistema, la visibilización de su carácter represivo. La crueldad del sistema se mostraba mejor sobre el propio lomo. El “Boletín Informativo”* reemplazaba a la crónica social- a quien y donde habían atrapado, a quien golpearon. A. pedía a los conocidos que llamen a Kuron* y digan que lo agarraron (fue encerrado para cuatro ocho, es decir cuarenta y ocho horas). Mientras tanto iba donde la amante, y el reporte de la represión de cada noche en REL (Radio Europa Libre) constituía una coartada para la esposa. Eso era lo que hacíamos: dejarnos encerrar. Le dábamos a la gente la sensación de que algo sucedía. Cuando algo sucede, a veces se mueve el pensamiento, que busca un nuevo nombre, y el nombre, un nuevo idioma. „Que es 'soloesprile'?” –se bromeaba. „Solos escriben, solos publican, solos leen.” Por que los bestsellers clandestinos no brillaron en las ediciones masivas? Quien se atrevería hoy a publicar “Monito” de Bradys* o “Circo” de Wierzbicka*? Pues si, su virtud no era el contenido ,sino ser de oposición. Y era una virtud autentica. Porque Polonia no estaba tan sedienta de nuevas obras literarias como de oposición. Sin embargo, hablar sin parar sobre la esencia monstruosa del totalitarismo se volvía, a largo plazo, estéril.

No se que sucedía en los departamentos de los prominentes de oposición. Cuan hondos análisis aparecían allí. Si se hacia allí algo de verdad aparte de beber whisky con los corresponsales extranjeros. Con seguridad se hacia política de un modo inaccesible a la plebe de oposición, de la que me consideraba parte. Sin embargo, no aparecía ningún programa o visión serios del modo de administrar la libertad. La soberanía y la democracia recién en el futuro iban a llenarse de contenido. Que contenido? En aquellos tiempos se callaba mas bien sobre economía. Se sabia que iba a ser una economía sin carencias en el mercado- o sea adivínalo, gatito, como escribiría Kisiel*. Pero a la marxista se seguía apostando por la clase obrera. Mas seguro era entonces no pensar en que precio podría tener que pagar la clase obrera por el cumplimiento de los suenos sobre el salchichón comúnmente accesible. Cada vez se dibujaban con mas claridad las diferencias entre la derecha y los “generalmente justos”, que normalmente evitaban como al fuego el termino „izquierda”. Simplemente no gustaban de la derecha nacional. Y en realidad a la tradicional derecha nacional, que seguía pensando en anacrónicas categorías de antes de la guerra, se oponía la moderada y civilizada derecha modernizada. Pero que en categorías como derecha nunca se auto definía. Quería tenerlos a todos: y a los obreros, y a los católicos, y a los hippies, y a los comunistas liberales (por si acaso). Tampoco criticaba alguna vez a la sociedad. Porque solo la sociedad podría hacer por fin una verdadera, gran lucha. Preludio de esta fue la primera visita del Papa.

Pero antes llego a mi ciudad Antek Macierewicz, para averiguar que opinábamos sobre la posibilidad de aprovechar la situación – es decir la reunión en un solo sitio de tal cantidad de gente- para fines revolucionarios. Estábamos donde Zbyszek del MDDHiC (derechista Movimiento de Defensa de los Derechos del Hombre y del Ciudadano), sobre cojines, alrededor de una mesa baja en la que se lucia un gran salero de madera con forma de pene. Levantarse era peligroso, porque podía uno chocar la cabeza con una de las campanillas budistas. Antek daba un discurso sobre las posibilidades de la masa, que es un barril de pólvora, e intuitivamente tocaba el salero, con seguridad salando en exceso sus bocadillos. Yo pensaba que de todas formas no haremos nada contra la Iglesia, así que era perder saliva. Nadie se preocupaba por el Papa. Las campanillas tocaban (como en la Iglesia) porque de todas formas alguien se levantaba... Me atrapo una agotadora sensación de absurdo. Vivíamos en tiempos absurdos.

Y luego con Mirek viajabamos en el pequeno Fiat 126 a Cracovia, a la misa en Blonia. (“Para que usted, atea, viajo alli?”- inquiria luego mi agente de seguridad, Goscimil Glamkowski. Encogi los hombros. O puede que haya contestado algo y eso esta en mi carpeta, que no recogi del IPN*).

Amanecía. Cruzábamos pueblos y pequeñas ciudades, todos con una apariencia de que en toda Polonia se daba una gran procesión de Corpus Christi. Ese era otro país, y en mi germinaba el orgullo. En cambio Blonia estuvo fatal. Calor, el pasto pisado y gris. Una muchedumbre de polacos con los cuellos estirados, y en la lejanía algún teatro institucional. Incluso Dios, que a Polonia* no quedo bien. No, no hubiéramos hecho aquí ninguna revolución. La gente bebía te de botella, desenvolvía los sánguches de entre el papel. Aquella gente había venido, llegado por motivos absolutamente distintos, que hasta hoy son para mi un misterio. Cuantos habíamos sido, lo sentimos recién al separarnos.

Desde ese momento no podía dejar de pensar en la sociedad. De termino abstracto paso a ser para mi la multitud de gente a la que tal vez algo unía entre si – pero no conmigo. Y una multitud de no se sabe quienes. Eso no se parecía a las posteriores visitas del Papa. Estábamos aun tristes y sin energía.

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...continuará...
*Las dudas que hubiese intentare aclararlas en los comentarios...
la parte anterior

martes, 20 de abril de 2010

¿arveja o alverja?

Ante la eterna duda, lo mejor es consultar el diccionario de la RAE (www.rae.es):

alverja.
1. f. algarroba (planta leguminosa).
2. f. Am. guisante.
por las puras ~s.
1. loc. adv. coloq. Ec. Sin justificación, gratuitamente.

arveja.
(Del lat. ervilĭa).
1. f. algarroba (planta leguminosa).
2. f. algarroba (semilla).
3. f. Am. guisante.
~ silvestre.
1. f. áfaca.

As+i que americanismo, quién diría... de todas formas arveja me parece más fino :)

sábado, 17 de abril de 2010

ese enemigo

Art is a gun

El cuento final, primorosamente escrito, encandiló al muchacho. Él fue uno de los pocos que lo leyeron, pues la edición solo constaba de unas docenas de ejemplares, mecanografiados por un grupo de poetas jóvenes y novelistas de Rosario, su ciudad. Trataba de un campesino que se negó a ser soplón y a traicionar a sus camaradas de clase. El hacendado, vengativo, respondía dejándolo sin trabajo.
Las oraciones sinuosas, el verbo certero, los adjetivos sugerentes y algunas metáforas que adornaban el texto le parecieron lo más bonito que había leído en su vida, pero la característica que más le impresiono fue el final abierto, que permitía soñar, en el que los ojos del campesino se quedaban mirando fijamente al hacendado, con una determinación inapelable.
Muchos años después, aquel muchacho cayo combatiendo en la selva boliviana. Los soldados del ejército enemigo encontraron junto a su diario unas hojas desgastadas. El cuento se llamaba Venceremos.

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Manuel Talens,
Rueda del Tiempo, Coleccion Andanzas de Tusquets Editores, Barcelona 2001, p. 91

lunes, 12 de abril de 2010

Chiquitas


LAS CUENTAS CLARAS CONSERVAN LA AMISTAD
Dos escritores se conocen en la presentación de sus respectivos libros. Dado que simpatizan de inmediato y ambos ignoran la obra del otro, acuerdan no leerla para prevenir que un eventual juicio desfavorable enturbie su naciente amistad. Los dos cumplen su promesa y, por ello, su estima mutua se afianza cada vez más hasta el final de sus días.

GATO POR LIEBRE
Estoy harto de los antipáticos que se hacen pasar por tímidos.

REBAJAS
¿Por qué será que todos los padres empiezan suponiendo que sus hijos son genios y terminan conformándose con que no sean psicópatas?

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Carlos Vitale, Descortesía del suicida, Candaya, Barcelona 2008, p. 23, 52 y 104

sábado, 10 de abril de 2010

Zbieranie moreli

Recolectando albaricoques
CZESŁAW MIŁOSZ

Al sol, cuando solamente allí abajo, por encima de la bahía,
Pasean nubecitas de blanca niebla, volátiles,
Y la cadena de colinas es grisazul sobre el celeste -
Albaricoques, un árbol manchado de ellos: entre el verdor oscuro
Brillan con amarillo y rojo, trayendo a la mente
El Jardín de las Hespérides o el manzano en el Paraíso.
Alcanzo el fruto y de pronto siento la presencia,
Y dejo el canasto, y digo: "Qué pena
Que hayas muerto y no puedas ver estos albaricoques,
Mientras yo llevo aquí una vida inmerecida".

C o m e n t a r i o :

Lamentablemente, dije no aquello que debía decirse.
Sometí a la destilación la niebla y el caos.
Aquel reino, del ser o del no ser,
Está siempre conmigo y se dirige a mí
Con mil llamadas, gritos, quejas.
Y ella, aquella a la que me dirigí,
Puede que sea apenas la conductora del coro.
Aquello que solo una vez fue, no queda en la palabra.
Desaparecieron países y ciudades, y circunstancias.
Nadie es capaz de ver su rostro.
Y la forma sola, como siempre, es una traición.


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Czesław Miłosz, Dalsze okolice, Znak, Kraków 1991, s. 50

Traducción: Alhelí Málaga Sabogal

martes, 6 de abril de 2010

traducción de E. Stachura...

Everness
JORGE LUIS BORGES

Sólo una cosa no hay. Es el olvido.
Dios, que salva el metal, salva la escoria
y cifra en su profética memoria
las lunas que serán y las que han sido
Ya todo está. Los miles de reflejos
que entre los dos crepúsculos del día
tu rostro fue dejando en los espejos
y los que irá dejando todavía.
Y todo es una parte del diverso
cristal de esa memoria, el universo;
no tienen fin sus arduos corredores
y las puertas se cierran a tu paso;
sólo del otro lado del ocaso
verás los Arquetipos y Esplendores.
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Jednej tylko rzeczy nie ma. To zapomnienie.
Bóg który ocala metal, ocala i żużel
i w swojej proroczej pamięci sumuje
księżyce przeszłe jako też księżyce zeszłe.
Wszystko już jest. Tysięczne odblaski,
które pomiędzy dnia jasnościami dwiema
twoja twarz w zwierciadłach pozostawia
i te, które będzie pozostawiać jeszcze.
I wszystko różnorodnego kryształu pamięci
jest częścią składową, wszechświat wielki;
bez końca są jej krętych korytarzów włości,
a drzwi zamykają się przed twoim krokiem;
jedynie po zachodu drugiej stronie
dojrzysz Archetypy oraz Jaskrawości.
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Poema en español tomado de aquí.
Traducción al polaco de Edward Stachura tomada de aquí.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Y dale con la muerte...

Un ángel peculiar
MARCIN ŚWIETLICKI

trad. Abel Murcia-Soriano

Creía que se trataba de la muerte, pero
no se trataba de la muerte, seguro que no, era
probablemente una antigua novia
de uno de mis antiguos amigos.

O si no, una antigua camarera de algún
antiguo local, aunque no estoy seguro,
me la encuentro a veces en la ciudad,
entre la multitud, el calor sofocante, me mira y

sé quién es, casi, lo tengo en la punta de la lengua,
mi lengua no tiene fin. Ella me mira
atentamente, sin ningún sentimiento, no se trata de la muerte,
es otra cosa, hoy no ha mirado.

de Bajos instintos

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Traducción tomada de aquí.

sábado, 13 de marzo de 2010

El poeta en el parque

El poeta en el parque
AUGUSTO MONTERROSO

El domingo fui al parque. Bajo el sol y rodeado de árboles estaba el poeta, sobre una tarima de color indefinido y frente a unas cincuenta personas que lo escuchaban atentas o despreocupadas o corteses.

El poeta leía en voz alta unos papeles que sostenía con la mano izquierda, mientras con la derecha acentuaba las palabras ahí donde le parecía mejor. Cuando terminaba un poema, se oía el aplauso del publico, tan tenue y tan desganado que casi podía tomarse como una desaprobación. El sol daba con entusiasmo en la cabeza de todos, pero todos habían encontrado la manera de defenderse de el poniéndose encima los programas. Una niñita de tres años y medio señaló riéndose este hecho a su padre, quien también se río, al mismo tiempo que admiraba para sus adentros la inteligencia de su hija.

El poeta, vestido un poco fuera de moda, continuaba leyendo. Ahora se ayudaba con el cuerpo y estiraba los brazos hacia delante, como si de su boca lanzara al público en lugar de palabras, alguna otra cosa, tal vez flores, o algo, aunque el público, atento a guardar el equilibrio para no dejar caer los programas de la cabeza no correspondiera en forma debida al ademún.

Detrás del poeta, sentadas ante una larga mesa cubierta con una tela roja, se encontraban las autoridades, serias, como corresponde. Cerca, en la calzada, se oía el ruido de los autos que pasaban haciendo sonar sus bocinas; más cerca, uno no sabía muy bien por que lado, pero entre los arboles, una banda tocaba la obertura de Guillermo Tell. Esto y aquello echaba a perder un tanto los efectos que el poeta buscaba; pero con cierta voluntad podía entenderse que decía algo de una primavera que albergaba en el corazón y de una flor que una mujer llevaba en la mano iluminándolo todo y de la convicción de que el mundo en general estaba bien y de que solo se necesitaba alguna cosa para que el mundo fuera perfecto y comprensible y armonioso y bello.

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Texto tomado de aquí.

jueves, 11 de marzo de 2010

De las playas I

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Esperas que desaparezca la angustia
Mientras llueve sobre la extraña carretera
En donde te encuentras

Lluvia: sólo espero
Que desaparezca la angustia
Estoy poniéndolo todo de mi parte

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Roberto Bolaño. La Universidad Desconocida. Ed. Anagrama.
Texto tomado de aquí.

Mensajeros de la muerte

Bueno, estar ahí, me dije, era bien extraño. Quiero decir que la carpeta no contenía materiales de cosas dejadas atrás por Simón, sino las tres ramas que aún conformaban su vida, que eran la copa de su árbol, la estructura de su emoción. Recordé una escena de mi primer año en La Tempestad. Habíamos tenido clase el sábado por la mañana. A la salida se improvisó una comida en un merendero de las afueras y Simón también vino. Yo estuve mirándole hablar sin atender a lo que decía, deseando en cambio saber quién era, de que estaba hecho su armazón, eso, en fin, que todos imaginamos que sabremos cuando el cuerpo del otro palpite en nuestros brazos.
Luego abrazamos el cuerpo pero seguimos sin saber o, puede ocurrir, abrazamos y abrimos la carpeta de la vida del otro y preferiríamos no haberlo hecho, del mismo modo que preferiríamos no haber abierto nuestros viejos cajones, no haber topado con el cajetín de plástico de un cepillo de dientes, un paquete de serpentinas sin abrir, un preservativo caducado y un libro repetido que habíamos comprado para regalar: cuatro mensajeros de la muerte.

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Belén Gopegui, Tocarnos la cara, Compactos Anagrama, Barcelona 2001, p. 110

lunes, 8 de marzo de 2010

Lugares comunes en el viejo mimoide

Solaris
STANISŁAW LEM

Y luego la nave partirá, sin ningún sonido, más veloz que la voz, dejando tras sí, hasta el océano, un cono de truenos partidos en octavas basales, y los rostros de las personas se iluminarán por un momento con la idea de que vuelven a casa.
Pero yo no tenía una casa. ¿La Tierra? Pensaba en sus enormes ciudades, bulliciosas y abarrotadas de gente, en las que me perderé, me entregaré, casi como si hiciera aquello que deseaba hacer la segunda o tercera noche- lanzarme al océano, que olea pesadamente en la oscuridad. Me ahogaré en la gente. Seré un compañero callado y atento, y por tanto apreciado, tendré muchos conocidos, incluso amigos, y mujeres, e incluso puede que a una mujer. Durante algún tiempo tendré que obligarme a sonreir, hacer reverencias, levantarme, dedicarme al sinfín de actividades cotidianas de las que se compone la vida terrestre, hasta que dejaré de sentirlas. Encontraré nuevas aficiones, nuevas ocupaciones, pero no me entregaré a ellas por completo. A nada ni a nadie, ya nunca más. Y puede que en la noche mire hacia allá, donde en el cielo la oscuridad de una nube de polvo, como cortina negra oculta el resplandor de dos soles, recordando todo, incluso esto que pienso ahora, y me acordaré con una sonrisa de condescendencia, en la que habrá un poco de pena pero también de superioridad, de mis locuras y esperanzas. No considero que ese yo del futuro sea peor que Kelvin, quien estaba dispuesto a todo por aquel asunto llamado Contacto. Y nadie tendrá el derecho a juzgarme.

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Texto tomado de aquí.

viernes, 26 de febrero de 2010

Kinga Dunin, Zadyma - cz. 4

Tras diez anos me quedo la fascinación por los Otros, el desgano hacia la comuna y muchas cuestiones no resueltas referentes a la importancia de la pertenencia nacional. Intente entonces escribir un texto que no termino hasta ahora. Empezaba mas o menos así: “Soy polaca del mismo modo que soy mujer. No lo escogí, pero no lo rechazo. No afirmo que ello no me defina. Sin embargo, si pudiera elegir, habría nacido en Suecia como varón –lamentablemente, sucedió. Soy capaz de aceptarlo, puedo estudiar las consecuencias de este hecho, pero nada valioso resulta de ello para mi”. En alguna conversación de borrachos Antek Macierewicz me decía: „Tu eres polaca, y yo soy polaco“. Le preguntaba: „Y que hay con eso?”. Mientras el, si mal no recuerdo, contesto: “Amo ser polaco”. Esa era la cuestión: yo no amaba ser polaca. Pero era la poloneidad la que se colocaba como opuesta al comunismo. Se supone que en círculos como el KOR*, con mas ganas se decía “sociedad” que “nación”, pero el arma era la historia. Por supuesto la historia nacional, de la que nos ocupábamos mas por oposición a la comuna que por una real necesidad de saber. Katyn, Vilnus, Lviv... La oprimida nación polaca, la plaga roja... Aunque había una segunda narración: la lucha con el totalitarismo por la democracia y los derechos humanos, o sea por algo mas universal que la nación. Lo uno con lo otro se armaba en una totalidad de algún modo armonioso, mientras no se llegaba la confrontación, a la pregunta: cual es mas importante. Lo entendí durante el encuentro con Jacek Kuron, a quien alguien acuso de intentar finlandizar Polonia. ¿Cómo se puede soñar con Finlandia, si no es un país totalmente soberano? Y entonces se me ocurrió la respuesta: totalmente soberana es la URSS. Y siendo así, prefiero a la no soberana pero democrática Finlandia.

Todo eso debí haberlo escrito en la encuesta que mencione antes. Pero no – me mantenía como en una magma, en alguna otra obviedad, esta vez llamada contestación. Ya distinta, tranformada por Marzo y por unirme a la oposición, rebelada contra los hedores de RPP (República Popular de Polonia), pero aun con niebla en la cabeza. Y con algunas máximas sencillas: comunismo malo, democracia buena; xenofobia mala, nación polaca buena. Y entonces "La Iglesia, la izquierda, un dialogo" de Adam Michnik*. Un libro que lei con la sensación de que se adapta perfectamente a mis expectativas. La inteligencia lucida- en nombre de valores obvios- mano a mano da el ejemplo junto a la buena Iglesia. El dialogo no constituía problema, porque no sentía aquí ninguna contradicción. Estaba orientada amigablemente hacia la Iglesia, aunque no me interesaba particularmente, ademas hace algún tiempo que ya no iba ahí. Mi familia no era de la “izquierda laica” sino inteligencia polaca que se volvía laica. El libro de Michnik correspondía a mis reacciones naturales, y con seguridad no solamente a los mías. Recién mas tarde entendí que Michnik la escribió partiendo de experiencias diametralmente distintas. Que el catolicismo no era para el un componente natural de la identidad, que la palabra izquierda tenia para el otro sentido que para mi. Entonces su visión me pareció atrayente. Hoy considero que dificulto la formación de una identidad anticomunista de izquierda. No facilitaba el movimiento del pensar, solo proporcionaba un lenguaje para expresar aquello que de todas formas se sabia y se sentía. Era kitsch- es decir un genial libro político.

Esperaba nuestro acontecimiento. El asunto de Pyjas* pudo haber sido su antecedente. Intentábamos en mi ciudad formar un CES (Comité Estudiantil de Solidaridad) e incluso puede que lo hayamos fundado, pero como que no nos iba. Pedimos una misa por Pyjas. En la Iglesia eramos menos que los agentes de seguridad. Entre ellos Piotrek Amsterdamski y yo- definitivamente poco adecuados en ese sitio. No podía imaginar a mis compañeros de sociología en alguna asamblea. No podía imaginar ninguna fuerza capaz de llevarlos a esa asamblea. Quedaba planificar en secreto y conspirar. Un poco grotesco. Escribir en hojas, para evitar los chuponeos. Actuar por actuar, por la compañía. Momentos de excitación agradable, cuando no se pensaba en los fines, tales como la libertad o la democracia, solo se caia en el torbellino de transportar rollos de papel u organizar locales. Los encuentros de la Universidad Voladora*, donde no era importante el tema de discusión, sino si entraran o no –los agentes de seguridad.

Había también otra vida. Libros de moda, que por supuesto no eran polacos. Cortazar, Garcia Marquez. Copiado en mimeógrafo, Cocteau sobre las drogas. Aunque nosotros conocíamos solo la hierba –Witek Sulkowski, uno de los ya mencionados tres poetas, alguna vez en el Movimiento, recibió el premio vecinal al balcón mas bonito, cuando los arbustos crecieron bien. Los teatros estudiantiles, donde sujetos vestidos de negro se arrastraban en la oscuridad, gimiendo, y luego caminaban con velitas. Lutek Dorn desnudándose durante un espectáculo de teatro japones vanguardista. La fascinación con la India, con el budismo. Al fin y al cabo una de mis rutas a los círculos de oposición fue Zdzislaw Jaskula (tambien uno de los tres poetas), a quien conocí en un encuentro con algún guru hindú. Una multitud salvaje embistiendo el teatro para entrar a un espectáculo de Kantor. EL rock. Los altillos en los que se apretujaban telas no expuestas en parte alguna. Los baños en los que se secaban negativos con fotografías vanguardistas, no apreciadas.

La expresión. La imitación del mundo y una autentica necesidad de hacer lo que fuera. Una contracultura extraña, que no formulaba ningún programa mas amplio, que huía de los lemas, que escogía a veces el lenguaje del esoterismo. Pero aquellos que más sobresalían de la gris realidad comunista no constituían una oposición auto consciente frente a la sociedad. Habían huido de ella, pero no eran sus enemigos. Aunque eso es lo que debería ser la contracultura. A cambio de un margen de libertad renunciaron a cualquier radicalismo. Eran una contracultura sin reflexión, que actuaba al nivel de la vida misma, signo de los cambios, del agotamiento de los cánones, del palidecimiento de los estandartes nacionales, de la liberalización de las costumbres, de nuevos modos de construir la identidad. Eran de Woodstock, y no del Mayo parisiense, a las marchas preferían los conciertos. Muchas veces se trataba aquí ante todo de estilo de vida. Porque la “oposicioneidad” era cierto estilo de vida. Sin embargo cada quien se emancipaba por cuenta propia, sin ponerse a pensar en el significado de ello para la sociedad entera. Los círculos de la contracultura se cubrían hasta cierto punto con los de la oposición antisistema, pero nadie escribió el libro “La oposición, la contracultura, un diálogo”. En realidad no había voluntad de dialogo.


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...continuará...
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