IVÁN MATA
Para el Yonki
Resolví trenzar el silencio de tu nombre completo
mientras sola preparo el desayuno.
Resolví plantar flores de luz en el cuarto de lavado y
diluir tu nombre en el café
que hierve inmediato al jugo de naranja.
No soy más una estúpida anidando
tu nombre contra mi plato de avena,
no soy la mujer que cocina hotcakes
por las mañanas
ni la que utiliza bata
después de hacer el amor
ni aquella que tiene tu nombre tatuado
en la punta de la lengua.
Olvídalo,
no soy más la que procura
tu resfriado con té de limón y miel
como la esposa devota que alguna vez
fui,
mi amor.
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Texto encontrado en Casa Bukowski.