lunes, 14 de enero de 2008

Problemilla III

Versos recuperados, canción urgente
ROCÍO SILVA-SANTISTEBAN

Porque mi patria es hermosa como una espada en el aire (y más hermosa aún todavía)

Porque arriba todo tiene dueño, todo está cerrado con llave, sellado firmemente
Porque tal vez mañana los poetas pregunten
Porque mi país es escándalo, mi país es desesperación
Porque mi cuerpo es de tierra y tu cuerpo es de tierra y de qué sirve la tierra sin tu cuerpo
Suficientes razones, suficientes razones para colocar primero un pie y luego el otro
Porque la paz y lo imaginario es asunto nuestro
Porque en mi país no hay donde ir pero tienes que ir saliendo y eso te urge más que una palabra perfecta.

(plagiando a Heraud, Belli, Scorza, Salazar Bondy, Eielson, Varela, Guevara, Verástegui)

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encontrado en un Somos del año 2003

jueves, 10 de enero de 2008

Problemilla II


Ecce homo. Cómo se llega a ser lo que se es
FRIEDRICH NIETZSCHE

"No hay ni acciones egoístas ni acciones no-egoístas: ambos conceptos son un contrasentido psicológico. O la tesis «el hombre aspira a la felicidad». O la tesis «la felicidad es la recompensa de la virtud». O la tesis «placer y displacer son términos contrapuestos». La Circe de la humanidad, la moral, ha falseado – moralizado– de pies a cabeza todos los asuntos psicológicos hasta llegar a aquel horrible contrasentido de que el amor debe ser algo «no-egoísta». Es necesario estar firmemente asentado en sí mismo , es necesario apoyarse valerosamente sobre las propias piernas, pues de otro modo no es posible amar. Esto lo saben demasiado bien, en definitiva, las mujercitas: no saben qué diablos hacer con hombres desinteresados, con hombres meramente objetivos. ¿Me es lícito atreverme a expresar de paso la sospecha de que yo conozco a las mujercitas? Esto forma parte de mi dote dionisiaca. ¿Quién sabe? Tal vez sea yo el primer psicólogo de lo eterno femenino. Todas ellas me aman –una vieja historia– descontando las mujercitas lisiadas, las «emancipadas», a quienes les falta la herramienta para tener hijos. Por fortuna, yo no tengo ningún deseo de dejarme desgarrar: la mujer perfecta desgarra cuando ama. Conozco a esas amables ménades. ¡Ay, qué peligrosos, insinuantes, subterráneos animalillos de presa!, ¡y tan agradables además! Una mujercita que persigue su venganza sería capaz de atropellar al destino mismo. La mujer es indeciblemente más malvada que el hombre, también más lista; la bondad en la mujer es ya una forma de degeneración. Hay en el fondo de todas las denominadas «almas bellas» un defecto fisiológico, no lo digo todo, pues de otro modo me volvería medi-cínico. La lucha por la igualdad de derechos es incluso un síntoma de enfermedad: todo médico lo sabe. Cuanto más mujer es la mujer, tanto más se defiende con manos y pies contra los derechos en general: el estado natural, la guerra eterna entre los sexos, le otorga con mucho el primer puesto. ¿Se ha tenido oídos para escuchar mi definición del amor? Es la única digna de un filósofo. Amor, en sus medios la guerra, en su fondo el odio mortal de los sexos. ¿Se ha oído mi respuesta a la pregunta sobre cómo se cura a una mujer, sobre cómo se la «redime»? Se le hace un hijo. La mujer necesita hijos, el varón no es nunca nada más que un medio, así habló Zaratustra. «Emancipación de la mujer», esto representa el odio instintivo de la mujer mal constituida, es decir, incapaz de pro crear, contra la mujer bien constituida; la lucha contra el «varón» no es nunca más que un medio, un pretexto, una táctica. Al elevarse a sí misma como «mujer en sí», como «mujer superior», como «mujer idealista», quiere rebajar el nivel general de la mujer; ningún medio más seguro para esto que estudiar bachillerato, llevar pantalones y tener los derechos políticos del animal electoral. En el fondo las mujeres emancipadas son las anarquistas en el mundo de lo «eterno femenino», las fracasadas, cuyo instinto más radical es la venganza. Todo un género del más maligno «idealismo» –que, por lo demás, también se da entre varones, por ejemplo en Henrik Ibsen, esa típica soltera vieja– tiene como meta envenenar la buena conciencia, lo que en el amor sexual es naturaleza.

Y para no dejar ninguna duda sobre mi mentalidad, tan honnéte [honesta] como rigurosa a este propósito, voy a exponer otra proposición de mi código moral contra el vicio; bajo el nombre de vicio yo combato toda clase de contranaturaleza o, si se aman las bellas palabras, de idealismo. El principio dice así: «La predicación de la castidad es una incitación pública a la contranaturaleza. Todo desprecio de la vida sexual, toda impurificación de esa vida con el concepto de "impuro", es el auténtico pecado contra el espíritu santo de la vida»."

(En: Por qué escribo tan buenos libros, 5)


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Texto extraído de aquí

Problemilla I


Ecce homo. Cómo se llega a ser lo que se es
FRIEDRICH NIETZSCHE

"Otra listeza y autodefensa consiste en reaccionar las menos veces posibles y en eludir las situaciones y condiciones en que se estaría condenado a exhibir, por así decirlo, la propia «libertad», la propia iniciativa, y a convertirse en un mero reactivo. Tomo como imagen el trato con los libros. El docto, que en el fondo no hace ya otra cosa que «revolver» libros –el filólogo corriente, unos doscientos al día–, acaba por perder íntegra y totalmente la capacidad de pensar por cuenta propia. Si no revuelve libros, no piensa. Responde a un estímulo (un pensamiento leído) cuando piensa, al final lo único que hace ya es reaccionar. El docto dedica toda su fuerza a decir sí y a decir no, a la crítica de cosas ya pensada; él mismo ya no piensa. El instinto de autodefensa se ha reblandecido en él; en caso contrario, se defendería contra los libros. El docto, un décadent. Esto lo he visto yo con mis propios ojos: naturalezas bien dotadas, con una constitución rica y libre, ya a los treinta años «leídas hasta la ruina», reducidas ya a puras cerillas, a las que es necesario frotar para que den chispas –«pensamiento»– Muy temprano, al amanecer el día, en la frescura, en la aurora de su fuerza, leer un libro; ¡a esto yo lo califico de vicioso!"

(En: Por qué soy tan inteligente, 8)

"En última instancia nadie puede escuchar en las cosas, incluidos los libros, más de lo que ya sabe. Se carece de oídos para escuchar aquello a lo cual no se tiene acceso desde la vivencia. Imaginémonos el caso extremo de que un libro no hable más que de vivencias que, en su totalidad, se encuentran situadas más allá de la posibilidad de una experiencia frecuente o, también, poco frecuente, de que sea el primer lenguaje para expresar una serie nueva de experiencias. En este caso, sencillamente, no se oye nada, lo cual produce la ilusión acústica de creer que donde no se oye nada no hay tampoco nada. Ésta es, en definitiva, mi experiencia ordinaria y, si se quiere, la originalidad de mi experiencia. Quien ha creído haber comprendido algo de mí, ése ha rehecho algo mío a su imagen, no raras veces le ha salido lo opuesto a mí, por ejemplo un «idealista»; quien no había entendido nada de mí negaba que yo hubiera de ser tenido siquiera en cuenta."

(En: Por qué esribo tan buenos libros, 5)

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Texto extraído de aquí.

miércoles, 9 de enero de 2008

Deszcze






















Lluvias
KRZYSZTOF KAMIL BACZYŃSKI

Lluvia como tallos canosos, murmullo gris,
y en las ventanas tristeza y agonía.
Esa lluvia amo, ese susurro de cuerdas,
lluvia - misericordia de la vida.

Los trenes lejanos siguen viajando más lejos,
sin tí. ¿Y qué? Sin tí ¿Y qué?
hacia jardines de agua, lagos de pena,
hacia hojas, hacia avenidas de rosas vítreas.

¿Esperas aún? ¿Aún esperas?
La lluvia es como piedad - lo borrará todo:
a la sangre de los campos de batalla, y al humano,
y al aire que se petrificó de espanto.

Y tú en las ventanas sigues soñando,
lápida triste. El escrito del tiempo
fluye por el oscuro, sordo rostro,
acaso con lluvia, acaso con lágrimas.

Y es que el amor, pero no así,
y es que el golpe, no suficientemente duro,
tan solo oscuro como el chillido de un pájaro,
y es que el llanto, pero tan corpóreo.

Y es que que las culpas, sin retroceso,
y una a otra llama continuamente,
y es que, es como si en el portal del templo
tuvieras una visión cuán sueño solitario.

Y parado así en el murmullo vítreo,
siento como la tierra se corre al susurro.
Se irán todos los amados,
uno tras otro - cargando cruces,
y a otros más alejará la lluvia,
y otros más en la oscuridad desaparecerán,
de pie tras el vidrio que es como acero,
y sin ser sentidos habrán transcurrido.

Y pasarán las lluvias, cortarán las lluvias,
cuan guadañas calladas y dolorosas,
y la sombra tapará, la sombra lavará.
Y así amando, luchando, suplicando,
llegaré a los manantiales - pozos oscuros,
en el amenazante silencio alzando las manos,
como un perro bajo el látigo vacío de la voz.

Sin ser amado, sin haber muerto,
sin ser llenado, sin sentido,
sentiré la lluvia o un llanto cariñoso,
que para Dios es todo en vano.
Me quedaré solo. Yo solo y la oscuridad.
Y sólo gotas, lluvias, lluvias,
cada vez más silenciosas, indoloras.

21. II. 1943
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Traducción de Alhelí Málaga del 25 XI 2000
Texto extraído de aquí.

Máquina del tiempo - Mar de Copas



Máquina del tiempo
MAR DE COPAS

Vi pasar la soledad por mi calle-
Vi cruzar su multitud sin mirarme-
claramente pude ver que no había tristeza ahí-
tampoco escuché reír, solo vivía y se dejaba vivir.

Vi también la suavidad de un romance-
dulcemente en su especie prolongarse-
quise mis ojos cerrar y mis sueños echar a andar-
solo dar un paso atrás y seguir con mi viaje.

En mi máquina del tiempo sin hallar- claridad.

Vi pasar mi vida así, en un instante-
a quién ame pude odiar, sin importarme-
simplemente comprendí, es mejor callado vivir-
y seguí mi viaje así, sin pensar en hallar tu gran
claridad.

En mi máquina del tiempo sin parar.
Claridad.

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Texto extraído de aquí.