lunes, 30 de enero de 2023

[no reconozco]

Tordo
GIOVANNA TORRES

Miro al cielo,
abro el pico de par en par,
tomo aire
en cámara lenta,
me detengo.
No sé en qué dirección cantar.
No reconozco
el valor de mis alas.
La contemplación
me ha quedado grande.
Entre pasos y saltos
sobre la hierba
y la tierra mojada
            renuncio
            a mi búsqueda diaria.


---
Texto incluido en "Paradero desierto. Vol. I", disponible aquí.



sábado, 21 de enero de 2023

[las naves de los extraterrestres]


Los hijos de la tierra
ALICIA LOUZAO


Los hijos que descansan bajo los almendros y sobre la harina.
Las manos que los hicieron. La harina en la mesa y las perlitas blancas de los restos.
Los hijos y el olivo.
Y aquí tranquilos.
Células transparentes. Corazón de cigüeña. Pero nosotros sabemos la historia de la harina y los metales. Las manos blancas que los hicieron. Las perlitas de los restos.
Los hijos y el olivo.
Y aquí tranquilos,
como si nunca fuera a pasarles nada.
Como si todos los años que vienen fueran el mismo.
El baúl de los tesoros.
Las naves de extraterrestres.
Y el ruido.
Vienen los hijos.
Corazones transparentes. Manos de harina. Ellos duermen con esa respiración de los que no tienen nada que temer. Diminutos. Huesos que no conocen las matemáticas ni el infierno. Tienen todos los nombres en los ojos. Boca azul y boca abierta. Huelen a Nenuco. No es todavía la hora de la leche.
Los hijos y el olivo.
La madre que camina dando zancadas de plata. Tiene un hijo y lo elige entre los otros doce que respiran sobre la tierra. O la tierra respira debajo de ellos. Y ellos se mueven.
Y aquí tranquilos.
El agua en la montaña y los hijos pequeños como el ave roja dentro de una cabeza de espiga buscando el agua en la montaña.
La mano que llega en la madre dando zancadas y se mueve la tierra y se mueven los hijos de la tierra. Descansan bajo los almendros.
Las perlitas blancas. Células transparentes.
Caben en un puño de plata.
Pero nosotros sabemos la historia de la harina y los metales. Las manos blancas que los hicieron. Las perlitas de los restos. Duermen como hijos de la tierra.
Los hijos y el olivo.
Células transparentes.
Los hijos y el olivo y las manos blancas que los crearon
como las cosas bellas
que jamás serán quemadas.

---
Texto tomado de la página Vallejo & Co.




sábado, 14 de enero de 2023

[que nunca me ultiman porque nunca caen]

De Escrito a ciegas
MARTÍN ADÁN

Yo buscaba otro ser,
Y ése ha sido mi buscarme.
Yo no quería ni quiero ya ser yo,
Sino otro que se salvara o que se salve,
No el del Instinto, que se pierde,
Ni el del Entendimiento, que se retrae.

Mi día es otro día,
Algún no sé dónde estarme,
A dónde no sé ir en mi selva
Entre mis reptiles y mis árboles,
Libros y cementos
Y estrellas de neón.
Mujeres que se me juntan como la pared y como nadie…
        o como madre,
Y el recién nacido que sobre mí llora,
Y por la calle
Todas las ruedas
Reales y originales.
Así es mí día cabal,
Hasta la última tarde.

El Otro, el Prójimo, es un fantasma.
¿Existe el aire
Donde te asfixias y recreas
Respirando, tu cuerpo inane?
¡No, nada es sino la sorpresa
Eterna de tu mismo reencontrarte
Siempre tú los mismos entre los mismos muros
De las distancias y de las calles!
¡Y de los cielos estos techos
Que nunca me ultiman porque nunca caen!

---
Texto tomado de Poemas escogidos de Martín Adán, Mosca Azul editores