lunes, 18 de enero de 2010

existenz

—Síndrome de Streler —me dijo una vez Fabrizio. Nunca supe si inventaba o recordaba los síndromes que disparaba a todo el mundo, pero casi nunca figuraban en bibliografía alguna—. Cree que los demás no lo registran, cree que es un fantasma.
—¿Cómo se cura?
—¿La inexistencia? Es sencillo: exista. Hay cuatro maneras de existir en el mundo: el poder, la belleza, el sufrimiento y el amor, que es una mezcla de las otras tres.

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Pablo de Santis, Teatro de la memoria
Leído por primera vez en la traducción de Tomasz Pindel para ed. Muza
Texto tomado de aquí.

domingo, 10 de enero de 2010

Mar de Copas - Lisa en el espejo



Nunca te pude soñar
nunca te pude perder
pues no se pierde... lo que no tienes
pues no se tiene... lo que se fue.

Y hoy deseo... que tu aire puro
solo te juro que no te pegue la cara al viento.

Juro que yo no te necesito
nunca te necesité...
nunca te quise con todo el alma
y nunca mi alma entregué.

Nunca perdí la razón contigo
nunca te pude querer...
y ni una lágrima de mis ojos
por ti jamás va a caer.

Juro que yo no te necesito
nunca te necesité...
nunca te quise con todo el alma
y nunca mi alma entregué.

Nunca perdí la razón contigo
nunca te pude querer...
y ni una lágrima de mis ojos
por ti jamás va a caer.

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Letra tomada de aquí.

sábado, 2 de enero de 2010

Nadmiar













Exceso
WISŁAWA SZYMBORSKA

Fue descubierta una nueva estrella,
lo cual no significa que haya más claridad
ni que haya aparecido algo que hacía falta.


La estrella es grande y lejana,
tan lejana que pequeña,
incluso más pequeña que otras,
mucho más pequeñas que ella.
La sorpresa no sería aquí nada extraño

si tan solo tuviéramos tiempo para ella.

La edad de la estrella, la masa de la estrella, la ubicación de la estrella,
todo eso puede bastar
para un doctorado
y una pequeña copa de vino
en los círculos cercanos a los cielos:
el astrónomo, su mujer, parientes y amigos,
atmósfera disforzada, vestimenta casual,
dominan en la conversación los temas locales
y se come maníes.

Estrella magnífica,
pero no es ese un motivo
para no brindar por la salud de nuestras señoras
incomparablemente más cercanas.

Estrella sin consecuencias.
Sin influencia en el tiempo, la moda, el resultado del partido,
los cambios en el gobierno, los ingresos y la crisis de valores.

Sin consecuencias en la propaganda y en la industria pesada.
Sin reflejos en la pintura de la mesa de debates.
Numéricamente excesiva para los días contados de la vida.

Para qué preguntar aquí,
bajo cuántas estrellas nace el hombre,
y bajo cuántas luego de un corto instante muere.

Nueva.
- Muéstrame al menos dónde está.
- Entre el borde de esa nubecilla oscura y raída
y aquella rama de acacia más a la izquierda.
- Ajá - digo.

1977

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Texto tomado de aquí.