Ven y descánsate, ven y descánsate en Dios, en Dios.
Y deja que Dios sea Dios, deja que Dios sea Dios.
Tú sólo adórale.
Tú sólo adórale
ni sol ni sombra/ ni agua ni tierra/ ni triste casa/ ni rica hacienda/ ni un espejito para mirarme/ amaré al aire (w. delgado)