sábado, 16 de marzo de 2024

[una flor]

A veces
NICOLÁS GUILLÉN

A veces tengo ganas de ser cursi
para decir: La amo a usted con locura.
A veces tengo ganas de ser tonto
para gritar: ¡La quiero tanto!

A veces tengo ganas de ser niño
para llorar acurrucado en su seno.

A veces tengo ganas de estar muerto
para sentir,
bajo la tierra húmeda de mis jugos,
que me crece una flor
rompiéndome el pecho,
una flor, y decir:
Esta flor, para usted.


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Texto encontrado aquí.




viernes, 8 de marzo de 2024

[un decidido corte y un color definido]

Dos modos
CIRCE MAIA

– I –

Nos llaman. Llaman de todos lados
voces, tareas.
Desde los patios, calles, ventanas
se alzan las voces
agitadas, dispersas.

Tela, tela del día.
Antes eras un lienzo de color indeciso.
(Decíamos: qué haremos
qué haremos de esta noche
esta luz, este tiempo?)

Ahora tienes siempre
un decidido corte y un color definido
Eres como un vestido
para usarte y gastarte.

Tela, tela del día,
luz hilvanada en fuertes
trabajosas puntadas
cuando por fin de noche
se sueltan tus costuras
flotas ante los ojos
-ya por dentro del sueño-
flotas, te sueltas, caes.

– II –

Y sin embargo pueden
los pilares del día
armarse, sostenerse
como un solo dibujo
de entrecruzadas líneas.

Pueden haber mañanas
de blanca luz sin prisa
en que los ruidos claros
del agua y de la loza
bajan hacia el callado
centro del mediodía.

Movimiento de pasos
una pregunta, un gesto
se envuelven, sostenidos
por hilos de luz viva.


Del libro Presencia diaria, 1964
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Poema encontrado aquí.



sábado, 2 de marzo de 2024

[ya ni te atreves a comerte un durazno]

Conversación con Simone Weil
BLANCA VARELA

—los niños, el océano, la vida silvestre, Bach.
—el hombre es un extraño animal.

En la mayor parte del mundo
la mitad de los niños se van a la cama
    hambrientos.

¿Renuncia el ángel a sus plumas, al iris,
a la gravedad y la gracia?

¿Se acabo para nosotros la esperanza de
    ser mejores ahora?

La vida es de otros.
Ilusiones y yerros.
La palabra fatigada.
Ya ni te atreves a comerte un durazno.

Para algo cerré la puerta,
di la espalda
y entre la rabia y el sueño olvidé muchas
    cosas.

La mitad de los niños se van a la cama
    hambrientos.

—los niños, el océano, la vida silvestre, Bach.
—el hombre es un extraño animal.

Los sabios, en quienes depositamos nuestra
    confianza,
nos traicionan.

—los niños se van a la cama hambrientos.
—los viejos se van a la muerte hambrientos.

El verbo no alimenta. Las cifras no sacian.

Me acuerdo. ¿Me acuerdo?
Me acuerdo mal, reconozco a tientas. Me equivoco.
Viene una niña de lejos. Doy la espalda.
Me olvido de la razón y el tiempo.

Y todo debe ser mentira
porque no estoy en el sitio de mi alma.
No me quejo de la buena manera.
La poesía me harta.
Cierro la puerta.
Orino tristemente sobre el mezquino fuego de
    la gracia.

—los niños se van a la cama hambrientos.
—los viejos se van a la muerte hambrientos.

El verbo no alimenta.
Las cifras no sacian.

—el hombre es un extraño animal.




domingo, 25 de febrero de 2024

[claros maderos pulidos]

El nido
JUANA DE IBARBOUROU

Mi cama fue un roble
Y en sus ramas cantaban los pájaros
Mi cama fue un roble
Y mordió la tormenta sus gajos.

Deslizo mis manos
Por sus claros maderos pulidos,
Y pienso que acaso toco el mismo tronco
Donde estuvo aferrado algún nido.

Mi cama fue un roble.
Yo duermo en un árbol.
En un árbol amigo del agua,
Del sol y la brisa del cielo y el musgo,
De lagartos de ojuelos dorados
Y de las orugas, de un verde esmeralda.

Yo duermo en un árbol.
¡Oh, amado!, en un árbol dormimos.
Acaso por eso me parece el lecho
Esta noche, blando y hondo cual nido.

Y en ti me acurruco como una avecilla
Que busca el reparo de su compañero.
¡Que rezongue el viento, que gruña la lluvia!
Contigo en el nido, no sé lo que es miedo.





domingo, 18 de febrero de 2024

[Oh chirriar oxidado de sales]

17
MAGDALENA CHOCANO

seamos otra vez
la adolescente
que desnuda sus ambiguas caderas sobre un charco
oh planetas opacos como muertos
miradme
soy yo posando los pies en el vacío feliz al tararear
esta canción:
prométeme que nunca serás padre
vuelo a alta velocidad sobre la zona
no puedo controlar estos imperios de hojalata,
de cobre, de oro, de aluminio,
cuatro eras del mundo sin misterio,
prométeme que nunca serás madre
homúnculos de todas las edades es hora de callar,
callad entonces,
oíd el gozne de la puerta que se abre a su paso
–stella maris
Oh chirriar oxidado de sales
Oh chirrido, luminaria nocturna
En los tímpanos indemnes del que sueña

De bruces sobre la carretera
Seamos otra vez la que fulgura
Como un puente doblado sobre un río
¿por qué es tan terrible danza a cierta hora?
Me he detenido Sonámbulo
Palpando las paredes de la casa
Es un bloque de luz bajo mis dedos
Es necesario―
Sólo yo estoy de más en la atmósfera
⁄mi nombre no ha sido pronunciado ⁄
Estrella de la muerte–
¿oyes que bien suena la palabra lodo–lodo–
Es peligroso danzar en esta hora
     Pero
           Otra vez
                 Otra vez
Con los pies desnudos en el cieno
Seamos
Otra vez
El que desplaza
Su angosta maquinaria
Como un cerco
⁄llueve en mi piel
Y llueve mucho
Las ramas de los árboles destellan
Un rastrillo se mueve sobre el césped
Siniestro es el empuje de tu sombra⁄
Espectros oh espectros decid
¿qué es lo bello, lo santo, lo perfecto?
–pregunta que me ha llevado a la ruptura–
opípara es la sed que nos aguarda:
seamos otra vez la que digrede

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Texto encontrado aquí.







sábado, 10 de febrero de 2024

[ya tengo otro amor]


Mantener fuera del alcance de los niños
CAROL ÁNGELES

Ahora lo entiendo, las nuevas vidas no se escogen,
ellas te eligen entre todos los individuos.
Te eligen y te indican el camino inmensurable
el camino de las palabras que solo aparecen y no caben
saltan, una tras otra
y tú eres la Cleopatra que se cree la princesa Diana.

El amor no cambia
tú seguirás siendo el amor de mi vida
Pero yo ya tengo otra vida,
ya tengo otro amor
ya tengo otros ojos a los cuales mirar con pasión y con lástima.

Ahora hay otras víctimas de mi mal humor
que no se quejan de mis improperios ni de mis falsedades.

Ya entendí mi multiverso,
tu amor sigue intacto
y yo te lamo el pene como siempre
con el ritmo y la fuerza que tanto te gusta.




jueves, 1 de febrero de 2024

[No sentí nada]

Soy la que intentó que me gustase un hombre
MARÍA FERNANDA LAVADO MOSCA

lo besé
No sentí nada
le mentí
Yo soy la mujer que se tatuó un corazón en el pecho
porque temía cortarse las venas
Mentí a mi madre
Sí, me he curado
decía mientras escapaba de sus vértebras
ordenadas afiladas
mientras hundía mi cuerpo de fluoxetinas
Soy esa mujer que pintó un cráneo en su cuarto
que enterró su dolor a los quince años
por una mujer


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Texto encontrado en Tinta digital.



domingo, 7 de enero de 2024

Un poema de María Font

Monopolio de Lima
(rule number one)


A Miluska Benavides

A esta ciudad le debo mi cuarta prueba de Elisa y mi lengua llena de migraña,
y contra todo sigo en la casilla del go desde mis veinte,
atada a esta ficha llena de empaquez de pastillas y sabor a "no me olvides".

En esta carrera contra las plantas carnívoras he perdido y
ya no puedo más;
contra el silencio y las veredas cuarteadas,
yo ya no puedo más.
Llega el sonido de la renta impagable
y mis ya no puedo más
que me muerden las muñecas.

Yo le temo más a salir de aquí que a la maldición de los que miran,
porque me consolido como perdedora
                                                            aquí,
                                                                ahora
                                                                        y
                                                                            siempre.

Perder tiene esa magia que solo se aprecia a los veinticinco,
cuando le dices a la palabra que en días como estos prefieres el silencio,
                                                        y jugar a los encantados
                                                            y que nadie te salve;
que es más seguro mirarlo todo desde esta torre,
donde la inminencia de los antirretrovirales no te saluda con la tarjeta "Casualidad"
y la mordida de la gata en celo no te devuelve al coro de tus intestinos
y el sonido del tráfico no le hace eco a tus sueños con hadas y coronas,
que apestan a guillotinas.

Pero la hora de salir ha llegado
y una sola puede decirse que, para nuestra mala suerte, de todos los elementos comestibles,
el miedo nunca estuvo dentro de la lista.

Me tientas con las propiedades de cartulina y me niego rotundamente,
pero no dejo de caminar hacia ti.

Y te grito este
T-E A-M-O
que no sabe mejor que tus lentejas,
pero, si lo miras con cautela, te habla de un salmo hecho con algodón de azúcar y mis tardes
comiendo zancudos en esa oficina en medio de la avenida principal.

Te grito un te amo
que me retrasa un turno,
pero no desaparece el cúmulo de ropa que me queda por lavar
y maúllo con la noche y el silencio de los que se pierden sin intentarlo,
de los que contemplan estas luces rotas que te hablan de mis delirios
como de mi poca forma
atrapada en este pantalón
donde ya no cabe otro kilo más.

Me dices que el juego no se termina aquí
y te creo,
la insolencia de los seis me tienta a tirar el tablero.
La luz se ha ido,
el agua se ha ido,
nos quedamos sin gas.
Y yo sigo atada a este juego.
Quedamos las dos contra el banco que lo jode todo.

Quiero ser una avispa y terminar esto ahora.

Me dices que siempre es demasiado pronto,
pero ya no ronroneo.
Vendes la ropa,
vendes mi ovillo,
vendes a la nuchacha que sonríe
al llegal al final del laberinto.
Vendo mis magos / vendo mis fotografías / vendo mis citas médicas / y el manuscrito de las doscientas cincuenta mil palabras.
Quiero la casa frente al Plaza Park.
Quiero la "Compañía de luz".
Quiero la "Avenida Connecticut" de mis cinco años.

El seis se confiesa nuestro enemigo.
Y te cuento que al final del juego terminaremos las dos,
las dos solas como al inicio,
las dos en esta insana acumulación de veinte.

Los recorridos de ida y vuelta hasta la "Estación Central",
los bolsillos rotos y los corazones en el "Arca comunal",
los bolsillos rotos y los sueños esperando el "Ferrocarril Pensilvania",
los bolsillos rotos y la caminata por la "Avenida Carolina del Norte" al salir del trabajo
y la propiedad en la avenida Alcázar,
sin hipotecas, sin vista al mar, sin el calzado Gucci, sin cuotas por pagar.
Llena de fantasmas, apariciones de otras vidas vivibles, con mapas de tesoros escondidos en un lugar recóndito del mundo, con la brújula para zarpar pronto y la miseria de la parada próxima en la cárcel de nuestra adultez,

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De: María Font, Manual de supervivencia para las hijas de los noventa, Ed. Hipatia, Lima, 2023








viernes, 15 de diciembre de 2023

[querrás el cantaro bien llenar]

In Sha Allah
ADAMO

A oriente fui y vi lucir
                        la luna como pabellón.
Quise soñar, versificar
                        cantando al mundo la razón.
Mas cuando vi Jerusalén
                        cual amapola en la aridez,
Yo pude oír un réquiem
                        cuando al hablarle me asomé.
Por más que tú rezando vas,
                        capilla humilde por la paz,
No puedes ver que dice allí: 
                        ¡peligro! ¡la frontera es!
Y va a la fuente aquel camino,
                        querrás el cántaro bien llenar,
Detente, María Magdalena,
                        porque tu cuerpo no vale el agua.
In Sha Allah, In Sha Allah,
                        Dios lo quiere. In Sha Allah.


El olivar no sombreó
                        y ya la esposa no vendrá,
Pues bajo escombros se durmió
                        y presa en tierra extraña está.
Rondando va a una flor
                        en la alambrada un ruiseñor.
Fuera de sí la gente está
                        y a todos quieren repudiar.
Escúchame, Dios de los cielos,
                        tú que gobiernas todo el mundo,
En Israel, sagrado suelo,
                        hay niños sin saber reír.
In Sha Allah, In Sha Allah,
                        Dios lo quiere. In Sha Allah.

Lo que ahí se ensangrentó
                        mañana ya se lavará.
La calle se hace con valor
                        y el cuerpo adoquín será.
Mas yo vi Jerusalén
                        cual amapola en la aridez
Y siempre oigo un réquiem
                        cuando al hablarle me asomo.
Réquiem por seis millones de almas
                        que no tienen mausoleo de mármol
Y que a pesar de la guerra infame
                        han hecho crecer seis millones de árboles.
In Sha Allah, In Sha Allah,
                        Dios lo quiere. In Sha Allah.




jueves, 7 de diciembre de 2023

[ni estudiar en la madrugada]

Los perros románticos
ROBERTO BOLAÑO

En aquel tiempo yo tenía veinte años
y estaba loco.
Había perdido un país
pero había ganado un sueño.
Y si tenía ese sueño
lo demás no importaba.
Ni trabajar ni rezar
ni estudiar en la madrugada
junto a los perros románticos.
Y el sueño vivía en el vacío de mi espíritu.
Una habitación de madera,
en penumbras,
en uno de los pulmones del trópico.
Y a veces me volvía dentro de mí
y visitaba el sueño: estatua eternizada
en pensamientos líquidos,
un gusano blanco retorciéndose
en el amor.
Un amor desbocado.
Un sueño dentro de otro sueño.
Y la pesadilla me decía: crecerás.
Dejarás atrás las imágenes del dolor y del laberinto
y olvidarás.
Pero en aquel tiempo crecer hubiera sido un crimen.
Estoy aquí, dije, con los perros románticos
y aquí me voy a quedar.

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Texto leído por primera vez en la Revista Aullido.