JUANA DE IBARBOUROU
Mi cama fue un roble
Y en sus ramas cantaban los pájaros
Mi cama fue un roble
Y mordió la tormenta sus gajos.
Deslizo mis manos
Por sus claros maderos pulidos,
Y pienso que acaso toco el mismo tronco
Donde estuvo aferrado algún nido.
Mi cama fue un roble.
Yo duermo en un árbol.
En un árbol amigo del agua,
Del sol y la brisa del cielo y el musgo,
De lagartos de ojuelos dorados
Y de las orugas, de un verde esmeralda.
Yo duermo en un árbol.
¡Oh, amado!, en un árbol dormimos.
Acaso por eso me parece el lecho
Esta noche, blando y hondo cual nido.
Y en ti me acurruco como una avecilla
Que busca el reparo de su compañero.
¡Que rezongue el viento, que gruña la lluvia!
Contigo en el nido, no sé lo que es miedo.
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