ni sol ni sombra/ ni agua ni tierra/ ni triste casa/ ni rica hacienda/ ni un espejito para mirarme/ amaré al aire (w. delgado)
lunes, 29 de julio de 2019
arena en la lengua
Restaurante vegetariano
JOSÉ WATANABE
A los vegetales se entra
con hambre de animal longevo y apacible, y lentamente
se acaba
la lechuga.
A la carne se va distinto, se ingresa a ella
con ansia orgánica, casi disputándola
como si fuera carne
del día de la resurrección, y se acaba
el bife.
Recuerdas:
para que tú vivieras
tu familia depredaba la tierra para ti,
pollos patos reses cuyes cabritos carne
para convalecer y durar.
El alimento en la boca te relaciona
con el mundo. Hay días de felino
y días de paquidermo. Hoy sean bienvenidas
las benéficas ensaladas, la suave soya y las frutas
aunque tarde:
ya cincuenta años que comes carne
y estás eructando miedo.
Pero hay días que no tienes carnes ni vegetales
sino arena en la lengua. Te explicas: tal vez has comido
una sequedad inicial, insidiosa, de pecho, y nunca
se acaba, el desierto
nunca se acaba.
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Texto encontrado aquí. Leído por primera vez en la Casa de la Literatura Peruana
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