JULIAN TUWIM
Vendrás de noche. Te quedarás hasta el amanecer
Y me abrazarás suavemente.
Yo te diré: Oh, mi desconocida.
Tú me dirás: Oh, mi anhelado.
Serás mía. Clavaré mis labios
En los tuyos, más rojos que las rosas nocturnas,
Viviré una venturosa locura desenfrenada,
Pero algo en mí morirá para siempre.
¡Te besaré con pasión! Me hundiré
En el nudo tembloroso de tu cuerpo,
Y nos dormiremos cansados de gozo
Habiendo olvidado que todo ocurrió.
Nos despertaremos. Un odio pesado
sentiremos sin palabras en las almas sordas
El mal nos brillará en los ojos cual envidia,
Y cual una peña será nuestra tristeza muda.
Pero volverás a regresar de noche. Me abrazarás
dulcemente hasta el amanecer
Yo te diré: ¡Oh, mi desconocida!
Tú me dirás: ¡Oh, mi anhelado!
[trad. Lucía Málaga-Sabogal]
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Texto encontrado aquí.
Y me abrazarás suavemente.
Yo te diré: Oh, mi desconocida.
Tú me dirás: Oh, mi anhelado.
Serás mía. Clavaré mis labios
En los tuyos, más rojos que las rosas nocturnas,
Viviré una venturosa locura desenfrenada,
Pero algo en mí morirá para siempre.
¡Te besaré con pasión! Me hundiré
En el nudo tembloroso de tu cuerpo,
Y nos dormiremos cansados de gozo
Habiendo olvidado que todo ocurrió.
Nos despertaremos. Un odio pesado
sentiremos sin palabras en las almas sordas
El mal nos brillará en los ojos cual envidia,
Y cual una peña será nuestra tristeza muda.
Pero volverás a regresar de noche. Me abrazarás
dulcemente hasta el amanecer
Yo te diré: ¡Oh, mi desconocida!
Tú me dirás: ¡Oh, mi anhelado!
[trad. Lucía Málaga-Sabogal]
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