domingo, 5 de abril de 2020

cielo y tierra


Plumones amarillos y catequistas gordas
MATA

Hubo un tiempo en que no era tan tonto, tenía mis colores y mi cartuchera
Tenía mi horario con Lionel Messi, me preparaba en casa para todos los controles
Hubo un tiempo en que no era tan tonto, catequistas gordas nos traían leche y zanahoria
Y todos tomábamos la leche y comíamos la zanahoria, hasta reventar
No hay bien ni mal, solo niños educados y niños malcriados
Que intercambian legos por stickers
Todos los días a las 7:30 había formación, luego un rosario
Primero nos enseñaban maniobras militares, luego decíamos amén
Todos los días leíamos el Antiguo Testamento y el Nuevo
Y la palabra se hacía carne
Y un cura calvito con lentes nos daban sermones muy chéveres
Los primeros viernes había misa, los jueves eran los reuniones
Pero para padres, no para nosotros, y nos hacían sánguches para el desayuno
Y las hermanas se los daban a los indigentes si algunos de nosotros no terminaba
Y las hermanas nos hacían tostadas y nos hacían besar el pan si caía al suelo, 
y besábamos ese pan, cuando caía
Y ahora te lo ruego, bésame también tú, porque necesito una señal para levantarme

Y aunque a simple vista noto que en algún lugar cielo y tierra se unen
Aún es muy lejos y tengo miedo de desfallecer
Y aunque en realidad conozco más pruebas de que no existes
Haré lo posible por vivir como si estuvieras

Hubo un tiempo en que tenía una bella esposa y un reloj de plástico
Lo recuerdo ahora que veo en la tele un pez dormido a las 4 a. m.
Y luego de años aprecio la siesta obligatoria aunque en esa época no dormí ni una vez
Y me pregunto qué es esa siesta para mí ahora
Y recuerdas como muchas veces antes de dormir conversábamos sobre tantas cosas
A veces tontas
Pero ponía en ti mi esperanza y mi fe como los codos sobre el alféizar
O como aquel té granulado sobre la banca
Porque hay cosas que no hemos de beber
Y cosas que no hemos de comer como las semillas del serbal
Y cuando comemos pescado debemos tener cuidado con las espinas, 
pero por lo menos no tenemos que ayunar tanto como los adultos
Y ahora tócame, bastará tan solo un poco
Ya no quiero volver a nuestros recuerdos expuestos
Y ahora tócame, solo si me oyes, porque me gustaría tanto saber que miras

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Texto encontrado aquí.
Traducción de M. Alhelí

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