ANNA ŚWIRSZCZYŃSKA
Qué bueno que eso haya sido,
qué bueno que haya dejado de ser.
Te agradezco, querido,
por estas dos dichas.
Ahora
tengo el cuerpo ligero y el alma limpia.
Quimícamente lavada del deseo
deseo con violencia
(como el asmático desea al aire)
un esfuerzo engorroso,
pesado trabajo humano.
Trabajar quieren mi cabeza y mis manos,
fui creada para el trabajo,
no para el placer.
Soy fuerte, puedo cargar
pesos, como los que llevan los más fuertes.
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Tomado de un tomo de poesía reunida de la autora.
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