martes, 15 de octubre de 2024

[a las seis de la tarde en un banco vacío de la plaza]

Soledad
CRISTINA PERI ROSSI

A los sesenta años me encontraba sola sentada a las seis de la tarde en un banco vacío de la plaza
No podía volver a mi casa
porque mi mujer había descubierto que yo tenía una amante

no podía ir a la casa de mi amante porque me había abandonado
y no podía ir a la casa de la otra ex porque me había prohibido volver
de modo que cuando empezó a llover y no quedaba nadie en la plaza
más que los bancos desolados y las ramas de los sauces precipitándose
me fui a un hotel
a meditar por qué mi vida emocional era tan complicada a los sesenta años
En el maldito hotel de tres estrellas -el único que podía pagarme por una noche- no había ningún libro para leer ni un periódico
solo la estúpida televisión de modo que encendí un canal y me tomé un botellín de whisky del minibar
Pasaban películas de asesinos psicópatas drogadictos y policías corruptos y yo sin poder hablar con nadie
De modo que llamé al Servicio de Socorro para Personas Desesperadas del Ayuntamiento pero me informaron que estaba fuera de servicio por una avería en el sistema Así que me emborraché pensando que todo en este mundo ocurre para hacer películas o literatura aunque fueran malas películas y mala literatura